Miles de personas se manifestaron este viernes en Santiago de Chile, pidiendo la renuncia del presidente chileno Sebastián Piñera, lo que no se considera un resurgimiento de protestas y enfrentamientos violentos con la policía de 2019.
Unas 10.000 personas, convocadas en redes sociales, se congregaron en las calles cercanas a la sede del gobierno, rodeadas de una fuerte presencia policial, para marchar por la Avenida Alameda, principal arteria de la capital chilena.
La policía utilizó cañones de gas y agua para dispersar a grupos de encapuchados que les arrojaron piedras y prendieron fuego a las paradas de autobús.
“Todo Chile seguirá saliendo a las calles hasta que el Presidente renuncie, hasta que él renuncie, Chile seguirá movilizándose, no solo en Santiago sino en todo el país”, dijo France-Press (AFP).
La manifestación se produce luego de varios días de enfrentamientos entre manifestantes y policías, así como de la marcha de mujeres del miércoles, Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que culminó en disturbios.
Pero el rally del viernes fue el más grande de la semana.
Sin líderes o grupos organizados detrás de las convocatorias de manifestaciones, la movilización y la violencia se reanudaron en las calles de la capital, pero sin la afluencia de protestas del año pasado. También se realizaron manifestaciones en las ciudades de Concepción (sur), Antofagasta (norte) y Valparaíso (centro).
Una ola de protestas sin precedentes estalló en octubre de 2019 y fue interrumpida por la pandemia de coronavirus, que golpeó duramente al país.
Después del referéndum del 25 de octubre de 2020, en el que una abrumadora mayoría del electorado votó a favor de una nueva constitución que liquidaría el legado de la dictadura de la era de Pinochetti (1973-1990), el movimiento de protesta se debilitó.
Fuente: Lusa