Recuerdas toda esa charla sobre la solidaridad con las vacunas? La disputa sobre los suministros de la vacuna Covid-19 es cada día más embarazosa.
La Unión Europea, que durante mucho tiempo se enorgullece de rechazar el nacionalismo en favor de la cooperación internacional, está librando una fea batalla con la farmacéutica británico-sueca AstraZeneca por retrasos en el suministro y amenaza con imponer controles de exportación de vacunas.
AstraZeneca dice que la UE ha sido demasiado lenta para hacer pedidos, mientras que los funcionarios de la UE están rechazando lo que llaman «la lógica del orden de llegada». La comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, arremetió diciendo: «Eso puede funcionar en los carniceros del vecindario, pero no en los contratos, ni en nuestros acuerdos de compra anticipados».
«Perdemos gente todos los días. Estos no son números, no son estadísticas, son personas … las empresas farmacéuticas, los desarrolladores de vacunas, tienen responsabilidades morales, sociales y contractuales que deben respetar», agregó.
Los funcionarios de la UE se han negado a especificar la magnitud del déficit de vacunas, pero está claro que es lo suficientemente grande como para causar problemas. El ministro de Salud alemán, Jens Spahn, advirtió hoy que el país enfrentará escasez durante al menos otras 10 semanas. Italia tuvo que revisar su programa de vacunación, diciendo que los mayores de 80 años serían vacunados cuatro semanas más tarde de lo planeado anteriormente. En España, el gobierno regional de Madrid ha dejado de administrar las primeras dosis de la vacuna durante las próximas dos semanas para asegurarse de que haya suficiente para proporcionar las segundas dosis a quienes ya recibieron sus primeras inyecciones.
La UE no es la única que lucha por las vacunas. En los Estados Unidos, muchos estados, incluidos Nueva York, Carolina del Sur, Hawái y Florida, han tenido que cancelar o retrasar miles de citas de vacunación debido a la escasez de suministros y la imprevisibilidad del tamaño de los envíos. Un funcionario describió la situación actual como el «enfoque de los Juegos del Hambre».
Fabricar y distribuir cientos de millones de vacunas desde cero siempre iba a ser difícil. Pero mientras los países ricos del mundo luchan por los suministros, el mundo en desarrollo se está quedando atrás.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, tiene como objetivo vacunar a casi toda la población estadounidense para fines del verano o principios del otoño. El objetivo de la Comisión Europea es que el 70% de los adultos estén vacunados en junio. El Reino Unido espera poder ofrecer la vacuna a todos los adultos en septiembre.
Mientras tanto, la People’s Vaccine Alliance ha estimado que nueve de cada 10 personas en los países más pobres del mundo se perderán la vacuna este año.
Fuente: CNN