Nadie sabe dónde caerá el núcleo del cohete Long March 5B, pero los expertos temen que pueda impactar en áreas habitadas. El otoño está programado para el 10 de mayo.
El núcleo de 30 metros de altura y 21 toneladas del cohete chino Long March 5B, que lanzó el primer módulo de Tianhe, la nueva estación espacial de China, al espacio la semana pasada, está retrocediendo a la Tierra y podría realizar una “reentrada incontrolada”. advirtió la publicación “Space News”.
La advertencia está justificada: no se sabe exactamente dónde puede caer el bloque de escombros grandes.
“Esto no es algo potencialmente bueno”, dijo al periódico The Guardian Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard. “La última vez que lanzaron un cohete Long March 5B, vimos grandes barras de metal volando por el cielo de Costa de Marfil y cayendo sobre varios edificios”, dijo McDowell. “La mayoría de los escombros se quemaron cuando volvieron a entrar en la órbita de la Tierra, pero había enormes piezas de metal que golpearon el suelo. Fue una suerte que no lastimaran a nadie”.
El martes 4 de mayo, el núcleo se desplazó sobre la Tierra cada 90 minutos, moviéndose a una velocidad de 27.600 kilómetros por hora y a una altitud de más de 300 kilómetros.
Su ruta se puede seguir en vivo a través del sitio web de América del Norte www.orbit.ing-now.com.
Otoño la semana que viene
Según su órbita actual, los restos del Long March 5B pasan sobre la Tierra tan al norte como Nueva York, Madrid o Beijing y tan al sur como Chile o Wellington en Nueva Zelanda. Su reentrada y caída en la Tierra puede ocurrir entre la vasta área de estos puntos de referencia.
Se espera que la caída ocurra el 10 de mayo o los dos días siguientes. Cuando se conoce exactamente el día, los expertos pueden predecir su punto de aterrizaje exacto dentro de una ventana de tiempo de seis horas.
“Será uno de los casos más grandes de reentrada incontrolada del núcleo de una nave espacial”, dicen los expertos encuestados por “Space News”.
Lo más probable es que los escombros caigan en un lugar deshabitado entre los diversos océanos que cubren el 71% de nuestro planeta.
La probabilidad de que alguien sea alcanzado por los desechos espaciales es extremadamente baja; se estima que la proporción es solo uno en varios billones.
El astrofísico Jonathan McDowell también dice que es posible que varias piezas del cohete sobrevivan a la reentrada en la Tierra, lo que crearía un escenario equivalente a “un accidente aéreo que esparza los escombros a lo largo de 160 kilómetros”.
Negligencia china
Desde 1990, no se han dejado deliberadamente en órbita más de 10 toneladas para volver a entrar en la Tierra sin control.
“Esto es malo y es negligente por parte de China. No dejamos las cosas con 21 toneladas sueltas deliberadamente para caer del cielo así sin control”, sentenció McDowell.
Según la Red de Televisión Global de China, la nueva estación espacial Tianhe estará lista para fines del año 2022. Hasta entonces, China todavía planea realizar 10 lanzamientos más al espacio, incluidos dos cohetes, cuatro misiones tripuladas y cuatro cargueros espaciales.
Fuente: con agencias