El candidato socialista, Pedro Sánchez, fue recibido entre gritos de “presidente” en un escenario improvisado frente a la sede del Partido Socialista Obrero Español, en Madrid. El resultado no era previsto por ninguna de las encuestas conocidas y el discurso fue como si se tratara de una victoria clara. “Somos muchos más los que queremos que España avance”, defendió el actual Presidente del Gobierno de España.
Más de 7 millones y medio de españoles votaron en los socialistas, representando un aumento frente a hace cuatro años cuando no habían llegado a los 7 millones de votos. Sánchez dice haber convocado elecciones anticipadas después de las elecciones municipales y regionales de hace cincuenta días “para que los españoles pudieran elegir qué rumbo querían tomar”. Fue una decisión arriesgada motivada por el mal resultado de los socialistas, pero no fue inocente ya que, políticamente, Sánchez quería aprovechar el momento de formación de los pactos entre el Partido Popular y el Vox para movilizar al electorado progresista.
El resultado, dice Sánchez, “fue muy claro”, porque “el bloque que representaba el retroceso y la derogación de todo lo que conquistamos en los últimos cuatro años fracasó”, defendió el líder de los socialistas.
Para formar una mayoría, los socialistas necesitan ahora negociar con múltiples formaciones, incluyendo el movimiento Sumar, la Izquierda Republicana de Cataluña, el Partido Nacionalista Vasco, el Bildu, el Bloque Nacionalista Galego y el catalán Junts.
Fuente: con agencias