Por Smartencyclopedia y Agencias
BUENOS AIRES – La inflación argentina se desaceleró por segundo mes consecutivo, según muestran las estadísticas publicadas el martes, en medio de una serie de medidas de ajuste bajo el presidente Javier Milei, quien ha prometido detener el declive económico del país. La inflación mensual se situó en un 13.2 por ciento en febrero, frente al 20.6 por ciento en enero y el 25.5 por ciento en diciembre, según la agencia de estadísticas INDEC.
Esta cifra es «el resultado del trabajo del gobierno nacional para imponer una fuerte disciplina fiscal», dijo la oficina de Milei en un comunicado. El presidente dijo a principios de semana que cualquier cifra inferior al «15 por ciento sería un gran número». Milei dijo que esperaba que para abril hubiera una «fuerte caída en la inflación». Sin embargo, la inflación anual continuó aumentando y alcanzó el 276 por ciento en febrero, mientras que la tercera economía más grande de América Latina se tambalea bajo el tratamiento económico de «shock» de Milei.
Desde que asumió el cargo en diciembre, Milei ha recortado el gasto público, obteniendo la aprobación del Fondo Monetario Internacional y asegurando un superávit presupuestario por primera vez en 12 años en un país cuyos gobiernos anteriores supervisaron una inflación desenfrenada y múltiples crisis fiscales.
Devaluó el peso en más del 50 por ciento, detuvo los subsidios estatales para el combustible y el transporte, eliminó decenas de miles de empleos en el sector público y eliminó cientos de normas en su intento por desregular la economía. Sin embargo, sus esfuerzos por reducir el gasto estatal han golpeado fuertemente a los argentinos, con el precio de los boletos de autobús casi triplicándose y la ayuda recortada para miles de comedores sociales.
Y la economía también está experimentando una desaceleración significativa, con un descenso del consumo del 13.4 por ciento interanual, según la firma Focus Market. «Argentina ha estado en recesión durante 14 meses, pero los últimos cuatro fueron los más intensos. El aumento de precios fue muy fuerte y el consumo ha colapsado», dijo el economista independiente Federico Glustein a AFP.
Si bien el FMI, que tiene un programa de crédito de $44 mil millones con Argentina, ha elogiado los esfuerzos de Milei para equilibrar las cuentas, advirtió el mes pasado sobre los impactos en los pobres. La subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, dijo al diario La Nación que las medidas de austeridad deben «calibrarse para garantizar que se siga proporcionando asistencia social y que la carga no recaiga completamente en los grupos más pobres». Gopinath estimó que la inflación en Argentina caería a un solo dígito para mediados de 2024.